Un pueblo ignorante desconoce el verdadero valor de sus elementos y carece de espíritu de previsión. Octavio Elorrieta: Principios de Economía Forestal de España, 1920.
Estos días familiares y entrañables pueden llegar a fomentar la existencia de sueños en forma de una carta a los Reyes Magos. Aquí va un ejemplo circunscrito al ámbito forestal, donde, obviamente, no se pretende aportar un elenco exhaustivo ni exento de posibles omisiones. Tampoco esta lista debe tomarse como si fuera una prelación. Ya se sabe que los sueños son personales e ¿intransferibles? …
¿Se imaginan que en el año 20XX la población tenga un mayor y mejor conocimiento de los servicios ecosistémicos asociados a los sistemas forestales, y donde puedan fácilmente ser conscientes de los falsos tópicos y bulos que acechan a su gestión desde hace muchos años?
¿Se imaginan que en el año 20XX los técnicos forestales fueran más conocidos y, sobre todo, más respetados por la sociedad en sus múltiples labores de gestores, controllers, educadores, auditores y hasta de influencers?
¿Se imaginan que en el año 20XX exista un Pacto Nacional vinculado a los sistemas forestales y al mundo rural que sea refrendado por los partidos políticos, las distintas CC.AA. y los principales stakeholders interesados?
¿Se imaginan que en el año 20XX se dispone de unas estadísticas y valoraciones a nivel espacial sobre todos los servicios ecosistémicos vinculados a los sistemas forestales que permitan una mejor toma de decisiones en cada caso?
¿Se imaginan que en el año 20XX exista una verdadera política forestal europea, cercana a los habitantes del rural y sin estar coaccionada por ciertos grupos de neocolonialistas urbanos ni por algunos apóstoles de la pseudociencia?
¿Se imaginan que en el año 20XX el impacto de los bienes y servicios asociados a los sistemas forestales y a sus cadenas de valor tuvieran un impacto mucho mayor que el actual en las cuentas a nivel macroeconómico?
¿Se imaginan que en el año 20XX los propietarios reciban, de una manera justa, no arbitraria y sencilla, ingresos derivados de, al menos, los servicios ecosistémicos de regulación que proporcionan sus sistemas forestales?
¿Se imaginan que en el año 20XX la I+D+i en el sector forestal en general, y en la cadena de madera en particular, alcance cifras mucho más altas que las actuales, permitiendo el desarrollo de nuevas empresas, así como la generación de nuevos puestos de trabajo en zonas rurales?
¿Se imaginan que en el año 20XX todos los estudiantes de las Escuelas Forestales tengan pleno empleo, y de calidad, centrado en actividades relacionadas con el ámbito forestal?
¿Se imaginan que en el año 20XX exista un debate constructivo, integral, sano y alejado de tópicos antiguos con relación a las plantaciones de crecimiento rápido existentes en España?
¿Se imaginan que en el año 20XX los escenarios planteados en respuesta al cambio climático sean un acicate y una oportunidad para sublimar la necesaria gestión forestal inherente a todos los sistemas forestales?
¿Se imaginan que en el año 20XX el problema de los incendios forestales sea abordado desde posturas científicas y técnicas, no centrándose tan sólo en la fase de extinción y recuperando modelos de gestión del territorio que compliquen el desarrollo de los grandes incendios?
¿Se imaginan que en el año 20XX las plagas que impactan en muchos sistemas forestales españoles están ya bajo control y se generalice el uso de herramientas del análisis económico para cuantificar su impacto?
¿Se imaginan que en el año 20XX la madera se consolide como material de construcción a gran escala, compitiendo con las sucesivas innovaciones que van a llegar procedentes de otros productos?
Por último, como para un profesional de la gestión forestal un año arriba o abajo puede ser irrelevante en algunas decisiones, sobre todo en especies de crecimiento lento, me abstengo de poner el año en que se enviará esta carta a sus majestades de Oriente. Además, igual cada uno tiene una cifra distinta en la cabeza, así que pueden sustituir la expresión “20XX” por el año en cuestión.
6 comentarios en “Un sueño forestal”
Pues sinceramente y con gran pena, tengo que responder que NO, no me lo imagino ni en el más apoteósico de mis sueños. Y eso que no me considero una persona pesimista.
Aparte, como Carta a los Reyes Magos, me parece magnifica. ¡Ojalá!
Puede llevar razón, Fernando, pero los sueños son siempre poliédricos. Muchas gracias por el comentario. Un cordial saludo
Me adhiero totalmente a esta carta a los Reyes Magos. Como este año se me ha pasado, la enviaré el que viene. Solo un comentario: el pleno empleo de los egresados de las Escuela Forestales ya prácticamente se ha hecho realidad. De hecho necesitamos más estudiantes y más profesionales forestales. Muchas empresas y Administraciones no encuentran todos los que necesitan. Creo que cambiaré esto en mi carta, si es posible.
Muchas gracias por el comentario, Begoña. Con relación a lo del pleno empleo, soy consciente de ello, pero también observo que los puestos de trabajo a veces no son tienen el nivel requerido para una titulación de Máster (estarían sobrecualificados), y otras veces los sueldos tampoco se corresponden con la titulación, pero eso es un problema general. Un cordial saludo
Suscribo Luis esta carta a los Reyes. Por focalizarme en uno de los aspectos, el sector forestal tiene su peso relativo en el mundo rural español y el potencial de crecimiento es muy grande. Desgraciadamente se impone casi siempre una visión urbana del desarrollo rural, lo que está llevando, entre otras cosas, al despoblamiento de los territorios. Desde la Unión Europea, a través del FEADER, se está tratando de revertir esta tendencia con proyectos como GO PRORURAL o Del Bosque a tu Casa, este último con fondos Next Generation EU que canaliza la Fundacion Biodiversidad. En ambos proyectos la Fundacion COPADE, Comercio para el Desarrollo, tiene un papel relevante. Fuerte abrazo Luis y Próspero 2024.
Muchas gracias por el comentario, Carlos. Muy interesante esa iniciativa que apuntas. Gracias, muy feliz año, y un abrazo