“Inadequate recognition of non-market forest values by decision makers is common in the Mediterranean region”. Merlo & Croitoru (2005): Valuing Mediterranean Forests: Towards Total Economic Value
Hoy toca comentar un artículo reciente, que se puede encuadrar en una secuencia que inauguraron Costanza et al. a finales del siglo pasado, y que trata de responder a una pregunta básica y muy importante para la gestión de los diferentes ecosistemas: ¿cuál es el valor de éstos? A mi juicio, esta es una tarea titánica por lo complejo del reto (no hay un único método aceptado, y estamos hablando de una pléyade de servicios ecosistémicos, algunos muy difíciles de medir), y, además, porque cuando hablamos de valores siempre intervienen preferencias humanas que se manifiestan en diversos aspectos de la valoración, lo que complica la obtención de cualquier resultado. Y sí, conviene hacer una precisión semántica: estoy hablando de valoración con todas las letras y no de valorización, acepción que a veces se toma erróneamente como sinónimo de valoración, como ya he explicado en otras entradas de este blog. Hay gente que prefiere utilizar palabras que suenan más “cool” por diferentes razones, todas ellas acientíficas, pero, de la misma forma, ello no impide que algunos debamos rebelarnos ante estas situaciones. Por otro lado, conviene recordar que una de las formas de medir el capital natural (otro concepto que no siempre se utiliza de forma correcta) es a partir de la agregación del valor (en este caso, total, no anual) de los diferentes servicios ecosistémicos que se consideren, por lo que este tipo de ejercicios presenta mucha más utilidad de lo que a priori muchos podrían sospechar.
Entrando en materia, en este artículo se actualizan los resultados de diversas valoraciones (siempre partiendo de estudios primarios) que cubren, con más o menos intensidad, todos los servicios ecosistémicos y los ecosistemas a nivel global, y que se recogen en una conocida base de datos (ESVD). Las cifras son muy elevadas (más de 9.000 resultados en el período 2020-2023), y se ha hecho un ejercicio muy sólido para estandarizar todos los valores obtenidos. Las unidades finales son las habitualmente utilizadas en estos ejercicios: unidades monetarias por hectárea (dólares norteamericanos), y referidas al año 2020. Ello significa que se han eliminado sesgos por moneda, inflación o poder adquisitivo, con lo que se permite la comparación sin ningún tipo de problemas. Únicamente conviene precisa que la moneda ($) se vincula, por motivos de permitir la homogeneización con otras monedas, al valor de los dólares americanos en términos de capacidad de compra en ese país (por eso se le llama “dólar internacional”).
Si nos centramos en los biomas que pueden ser más cercanos, nos encontramos con el epígrafe “bosques y tierras forestales en zonas templadas”, donde se pueden situar muchos de los sistemas forestales patrios. Pues bien, si se asume que se pueden agregar los resultados en este bioma para los diferentes servicios ecosistémicos nos encontramos que el valor anual de cada hectárea se sitúa en 15.570€/ha, según las informaciones obtenidas a partir de más de 500 estudios. Es decir, que el valor promedio de una hectárea de los servicios ecosistémicos (con independencia que presenten o no un precio de mercado) de estos biomas alcanza esta cifra. Sin embargo, como en cualquier resultado científico es preciso analizar con detalle las cifras. Por ejemplo, el servicio ecosistémico que alcanza un valor unitario más elevado es, según este trabajo, la polinización. Estoy seguro de que muchos lectores no lo imaginaban, pero esta fuente cifra en que más de la mitad (casi 9.000€/ha) de ese valor por hectárea total se debe a este servicio ecosistémico, frente, por ejemplo, a los casi 900€/ha de materias primas (madera). Obviamente, no estoy criticando este hecho, y tampoco soy sospechoso de no señalar la importancia de este intangible asociado a los sistemas forestales. Como he señalado en otras ocasiones, su medición resulta muy complicada, y no es de extrañar que sólo 2 estudios (de los más de 500) hayan incluido resultados para este servicio ecosistémico. Es decir, que no todos los servicios ecosistémicos se han estudiado de la misma forma, e incluso hay algunos de los que no aparecen datos para este tipo de biomas.
Si comparamos estos resultados con los de algunos trabajos anteriores, nos encontramos el valor total calculado en estos ejercicios se ha incrementado notablemente desde el año 1997 (417$/ha y año) hasta los 3100 en el año 2011, y los cerca de 5.000$/ha y año en el año 2017. Es decir, que al incrementarse el número de estudios parece que se incrementa ese hipotético valor total (digo hipotético porque el verdadero valor total nunca lo conoceremos), y que este incremento es muy superior a la inflación que sufren la mayoría de los países. También llama la atención como el valor del bioma “bosques tropicales” pasa de más de 3000$/ha en 1997, a más de 5400 en 2011… y a 8.166€/ha en el reciente estudio que estoy comentando. Esta aparente (a mi juicio, inexistente) contradicción incide en la necesidad de analizar con cuidado estos resultados y no sacar conclusiones precipitadas: si escuchan a algún sagaz informador comentar que los bosques templados son el doble de valiosos que los tropicales, ya saben a qué me refiero.
Ello nos lleva a una pregunta adicional: ¿son fiables estos estudios? Por supuesto que sí, pero es preciso conocer sus limitaciones y la formidable tarea a la que se enfrentan. No se están contando abalorios ni el valor de pólizas de seguro, sino interacciones complejas entre los habitantes de un planeta y el territorio que los rodea. No se obtienen de una fórmula matemática ni existe (que yo sepa) un programa informático (con y sin inteligencia artificial) que proporcione automáticamente el valor global de cada hectárea de terreno. Igual es por ello por lo que mucha gente reniega de estos trabajos y reaccionan proponiendo soluciones absurdas: lo que me interesa tiene un valor… igual a infinito, sofismas habituales en ciertos grupos neocolonialistas. En definitiva, es necesario interpretarlos y decidir en cada caso que servicios ecosistémicos se podrían o no tener en cuenta.
Aunque pueda parecer extravagante, esta situación que acabo de ilustrar (un valor global de cierto bioma donde más de la mitad corresponde a un solo servicio ecosistémico) está ocurriendo en España con los resultados del proyecto VANE. Este proyecto, que ha conseguido el dudoso récord de ser, al menos, doblemente repudiado, es el que actualmente alimenta la valoración económica del 4º Inventario Forestal Nacional. Pues bien, en los casos que he revisado aparece una constante: el valor de los servicios ecosistémicos relacionados con el agua supone más de la mitad (incluso cerca del 80%) del valor global. Ello no quiere decir que todos los resultados del proyecto VANE tengan que ser cuestionados, ni justifica que hayan estado muchos años en un cajón, ni tampoco que una Comunidad Autónoma como Castilla y León haya pedido su actualización (de nombre “VANCyL”), y una vez conseguidos esos resultados se decidan, hasta ahora, a no incluirlos en el reciente e interesante Portal de Datos Forestales de Castilla y León (de ahí que haya comentado lo del doble repudio). Estos resultados deberían ser analizados por científicos (no se ha hecho en el VANE original) con el fin de proponer mejoras, tanto para su uso actual como para el futuro. Es preciso recordar, y con esta idea termino, que pronto debe comenzar el 5ª Inventario Forestal Nacional y sería incomprensible e inaudito en las épocas que vivimos que no se acompañara de una sólida valoración económica de los servicios ecosistémicos de dichos sistemas forestales. Y mucho me temo que otra actualización del VANE no resulta suficiente.
2 comentarios en “Actualizando valores”
Buenos días Luis: No sabría como interpretar el valor de 900 $/ha que has mencionada para la madera, si pienso en productividades medias y altas, como en Urbión, que imagino que estarán aproximadamente con una producción anual de 5 metros cúbicos por ha. salvo en una corta final, con unos 200 o 300 pies por ha. también a ojo, que podrían alcanzar 300 metros cúbicos por ha. al final del turno, sabiendo a cuanto se paga el metro cúbico en pie.
Por favor lo podrías aclarar, porque si no, uno se cierra a asimilar estos nuevos datos que aportas., en su conjunto.
Muchas gracias por adelantado.
Hola, Jacobo, y, en primer lugar, gracias por el comentario. Esa cifra es un valor promedio de un conjunto de estudios, y obtenido con diversos procedimientos. En el caso de Urbión, para calcular ese valor deberías conocer cuál es la posibilidad anual que se ha marcado en el correspondiente Proyecto de Ordenación. Ese es el valor que habría que multiplicar por el precio unitario de la madera. Un cordial saludo