“sin la teoría correcta, es fácil confundir la causalidad con la correlación, y el aprendizaje automático cae muchas veces en la trampa ”. Daron Acemoğlu y Simon Johnson: Poder y Progreso
Resulta innegable que desde hace unos pocos años el avance de la Inteligencia Artificial (IA) es impresionante, abarcando multitud de campos, de procesos, de experiencias y de promesas de mejoras en el futuro. Creo que todos, en mayor o menor medida, estamos en una frase de aprendizaje de estas nuevas técnicas y, como modesto usuario, los resultados los calificaría de contradictorios. Centrándome en mi trabajo cotidiano, me resulta muy útil las facilidades que ofrece para, por ejemplo, ilustrar muchas entradas de este blog con imágenes cada vez más realistas y sorprendentes. También la utilizo cotidianamente en programas que me permiten mejorar las habilidades escritas en otros idiomas. Eso sí, nunca he empleado la inteligencia artificial generativa como base para redactar un documento científico, en cualquier variante imaginable, o incluso una entrada en este blog. Un motivo para esta decisión es que prefiero ser el responsable único de mis necesarios errores que no arrendar parte de mis potenciales y esporádicos aciertos. Estoy seguro de que alguien puede aducir que el problema es mío por no saberle sacar un mayor partido. Lo acepto y no lo discuto, pero tampoco creo que nadie utilice su ordenador personal, los mandos y opciones de su coche o el programa informático que maneja con más frecuencia al 100%, y creo que por ello no se para el mundo.
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Las aplicaciones de IA en temas de investigación empiezan a ser innumerables, y la velocidad del cambio hace que ya hayan aparecido manifiestos por un uso ético y que mantenga unos principios de solvencia investigadora cuando se emplea la IA. Es fácil ver en revistas científicas que te pregunten si has utilizado o no estas herramientas, y cómo ha afectado a tu trabajo. También empieza a ser normal que al aceptar la revisión de un artículo científico te comprometas a que dicha revisión no la realice la IA. No obstante, y ahondando en algunos aspectos que he introducido en el párrafo anterior, sí que estas herramientas pueden simplificar muchas tareas por ejemplo a la hora de redactar un artículo científico. Desde extraer información de bases de datos hasta sugerir cómo diseñar una encuesta o preguntar cuál sería un título con gancho para una determinada investigación. Incluso he visto tutoriales de cómo hacer artículos de revisión utilizando diversas herramientas de IA. Sobre esto último, a priori, creo que me costaría bastante, pero el principal problema que observo es que no se garantiza un principio básico de la investigación: que cualquiera que lee tu trabajo sea capaz de replicarlo por sus medios. Si la IA te ofrece resultados sin saber las fuentes, si los resultados pueden variar según la versión y la herramienta utilizada, si existe un cierto grado de aleatoriedad en las respuestas que te ofrece, todo ello previene de su uso, al menos por ahora. Y no he hablado de las llamadas “alucinaciones”, pero también entiendo que el investigador debería ser capaz de detectar y eliminar estos sesgos
Sin embargo, en el tema de la docencia las reflexiones son distintas. Se insiste en que es necesario que los alumnos presenten habilidades en el manejo de estas herramientas, lo que me parece perfecto, pero ello no significa que todo deba ser homogéneo, reglamentado e igual para todos los alumnos, profesores y materias. Por otro lado, con la velocidad del cambio tecnológico que subyace a la IA y las consecuencias que puede traer en el proceso de aprendizaje, creo que, en general, las prisas no deben ser la motivación principal. Comentando un par de experiencias, y sin la intención de aburrir al lector, en una asignatura cuya evaluación se puede realizar en gran parte con un trabajo voluntario e individual, les he permitido utilizar herramientas de IA generativa, bajo la condición que me pusieran en un anejo todos los “prompts” que habían utilizado para obtener la información utilizada en su trabajo. El resultado ha sido que ninguno ha optado por este camino. Probablemente hayan sentido una cierta inseguridad, entre otras cosas, por ver cómo iba a evaluar la creatividad que demandaba.
La segunda aproximación tiene que ver con utilizar estas herramientas para obtener informaciones útiles y precisas para su ejercicio futuro de la profesión. De hecho, antes de planteárselo a los alumnos, he analizado los resultados proporcionados por diferentes herramientas (ChatGPT, Claude, Copilot, Gemini, You Chat, Perplexity, y alguna más que no recuerdo) a respuestas que daban sobre preguntas muy concretas de una asignatura que imparto y que fácilmente pudieran incluirse, por ejemplo, en un control de la asignatura. El resultado ha sido bastante desalentador, porque si tuviera que calificar las respuestas, creo que sólo una de ellas había proporcionado una solución próxima a la correcta. El resultado me ha sorprendido bastante, y la interpretación que le he dado es que la máquina y yo no hablamos el mismo lenguaje. Y, suponiendo que pueda llevar algo de razón, esto implica que no puedo calibrar a priori las características de las respuestas que me da. Como es lógico pensar, no se debe adoptar algo tan disruptivo sin cotejar antes la calidad del output que te ofrece. Además, para un alumno esto pudiera ser bastante frustrante, luego por ahora habrá que pensar más despacio qué ejercicios se pueden plantear y cuáles no. Tengo algunas ideas al respecto, y veremos cómo se reorienta el tema y, claro está, el resultado obtenido.
En definitiva, coincido con el optimismo imperante en el uso de herramientas basadas en la inteligencia artificial generativa, tal y como se muestra en informes y artículos científicos basados en encuestas a los propios docentes, pero creo que el ritmo de implantación debe integrarse en la llamada libertad de cátedra, sin interferencias ni presiones por parte de ciertas tecnoestructuras hacia los docentes. Al hilo de estos trabajos, me llama la atención la fijación por el uso indebido que puedan hacer los alumnos, porque creo que éste sería un problema menor. Por último, agradecería muy sinceramente poder conocer otras opiniones al respecto, si fuera menester.