¡cáspita! ¡era el precio!

«Cáspita, no se ha de decir esto a los electores, porque entonces…« (Gloria, Benito Pérez Galdós)

Las noticias sobre los eucaliptos siguen proliferando y hacen honor al calificativo que le he dado hace tiempo como las especies más sexis del mundo. Hace pocas semanas se supo que la Xunta de Galicia pretende establecer una moratoria en cuanto a las plantaciones de estas especies, propósito que, por cierto, no he visto en el reciente programa electoral con que se ha presentado a las elecciones el PP. Sin embargo, lo que me interesa destacar es una de las justificaciones que, para adoptar esta medida, ha ofrecido el presidente de la Xunta de Galicia. En concreto, el Sr. Feijoó ha dicho que esta medida se tomaba, entre otras razones, “para evitar la caída de los precios de la madera”, ya que “esa madera cada vez valdrá menos”.

Me parece fantástico que estos enunciados sobre economía forestal alcancen los titulares de las noticias. Sin embargo, ello no significa que sean ciertos. Desconozco si hay algún estudio científico detrás, pero esa idea de que el aumento de la superficie forestada con eucalipto en el año 2021 va a provocar una disminución del precio a muy corto plazo es, cuando menos, chocante, además de errada. En plantaciones con turnos de más o menos 15 años lo que se plante ahora per se no influye en el precio que la madera va a alcanzar en este año. Y si lo que se ha querido decir es que el citado aumento de la superficie plantada conllevará un aumento de la oferta, allá por el año 2036 y que eso puede provocar un descenso en el precio de la madera de eucalipto, podría ser cierto, pero existen tantos condicionantes e incógnitas que no creo que nadie se aventure a realizar estudios a tan largo plazo. Para empezar, ¿no cree el Sr. Feijoó que uno de los factores a más corto plazo que podrían prever esa hipotética caída sería el cierre de la fábrica de ENCE en Pontevedra, si se llega a desencadenar? Por otro lado, si siguen adelante esos proyectos de fibras para textiles… ¿no se puede producir un aumento de la demanda, y así lograr que el precio al menos se mantenga? Nótese que estoy hablando sólo de factores hipotéticos de carácter endógeno, pero el precio de la celulosa a nivel mundial sufre unas fluctuaciones con independencia, en general, de lo que ocurra en un determinado país productor de eucalipto. 

Por otro lado, dado que ahora es tan importante el precio de la madera, vamos a recordar algunos hechos. En primer lugar, el precio de la madera de eucalipto hoy en día no está a un nivel superior que cuando el Sr. Feijoó tomó posesión por primera vez en el año 2009. Es decir, que en todo su mandato el precio de la madera en términos constantes se ha reducido (considerando la inflación a nivel general, en torno del 15%). La pregunta sería: ¿se ha hecho algo al respecto por parte de la Xunta desde entonces? Una posible respuesta, a la gallega, sería preguntarse qué podrían haber hecho las autoridades para evitar este descenso en el precio de la madera en términos reales. Para responder a esa pregunta habría que analizar el mercado de la madera de eucalipto en Galicia. Y para ello, lo mejor es comenzar con datos. Según el informe Xera del año 2017, la instalación de ENCE en Pontevedra consume al equivalente al 28% de las cortas de eucalipto en ese año.  Por otro lado, sabemos que la otra fábrica más cercana a la zona de mayor producción (Norte de Galicia) es la fábrica de ENCE en Navia, y que, según datos de la propia compañía, la producción es un 22% mayor, luego el consumo de eucalipto será también mayor. Es decir, que el consumo de eucalipto de ambas fábricas equivale a cerca del 64% de las cortas anuales de eucalipto en Galicia.Nótese que he dicho que equivalen, porque no tengo los datos exactos de la procedencia de la madera para cada una de las factorías, ni lo que se modifica por cambios en la proporción entre especies, pero lo que resulta indiscutible es que la madera gallega es su principal suministrador. ¿Y que ocurre en un mercado donde un único comprador acapara gran parte de la producción? Pues que tiende a un modelo de competencia imperfecta (monopsonio) y, como es lógico, ese único comprador ejerce una fuerza para comprar lo más barato posible su materia prima. Ante esta circunstancia, la pregunta es obvia: ¿Ha hecho algo la Xunta para, al menos mitigar, este posible fallo de mercado? Por ejemplo, ¿ha requerido de los servicios de los organismos responsables de la Competencia para investigar este hecho? O, puestos en el otro extremo, y dado que las cortas de eucalipto parece que van a seguir una tendencia creciente: ¿ha intentado la Xunta estimular la competencia en este mercado? ¿se ha planteado la existencia de otra instalación similar a las existentes? La respuesta es, me temo, también negativa.

Si, por el contrario, analizamos el lado de la oferta, ¿la Xunta ha realizado acciones en los últimos años para favorecer, directa o indirectamente que los propietarios puedan obtener mejores precios? Recordemos que ello no es sencillo, pues se trata de un producto con un ciclo dilatado de producción, con probables cambios de propiedad a lo largo del turno, y con una casi nula diferenciación en cuanto al producto final. Por ello, ¿ha promovido o incentivado una diversificación en cuanto a los productos que se pueden obtener de esta madera? No tengo en la cabeza toda la normativa relacionada, pero me temo que la respuesta también es negativa. Y si no se han articulado medidas para favorecer que los propietarios consigan mejores precios, ¿podría haber adoptado la Xunta otras medidas para mitigar posibles reducciones de la rentabilidad de las plantaciones? Aquí la respuesta es claramente afirmativa, pero tampoco conozco iniciativas concretas al respecto. Por ejemplo, no ha habido subvenciones, la fiscalidad no ofrece tampoco muchas alternativas a favor del eucalipto, e incluso es discriminatoria en el caso de montes vecinales en mano común, etc. En definitiva, Sr. Feijoó, aunque haya habido que esperar 12 años, me parece muy interesante que se preocupe del precio de la madera de eucalipto. Espero que no sea flor de un día, y que las medidas que dispongan para contener las posibles bajadas en el precio de esta madera no sea exclusivamente la de imponer reducciones en las superficies objeto de plantación, no vayamos a pensar que hay otras razones en la retaguardia para justificar esta medida. 

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