Analizando documentos de otros países pertenecientes a la UE, parece claro que se vaticina un aumento en la demanda de madera debido, entre otras razones, a políticas de mitigación del cambio climático. Este aumento de la demanda no se concibe sin la oferta de madera asociada las plantaciones presentes y futuras disponibles, aunque no conozco estudios vinculados a la prognosis de posibles escenarios al respecto que pudieran matizar mejor este hecho en España. Desafortunadamente, este tipo de análisis, tan necesarios en épocas tan favorables a la bioeconomía y a la economía circular, parece que no se consideran de utilidad. Resulta hasta doloroso constatar estas carencias, pero viendo el nivel al que están las estadísticas forestales en nuestro país, todo resulta más comprensible.
En este contexto favorable para las forestaciones, uno de los retos que, sin duda, presenta la gestión de las plantaciones forestales en nuestro país es lograr unos sistemas forestales más heterogéneos. Esa mayor heterogeneidad es continuamente reclamada atendiendo a varios prismas: número de especies, número de clases de edad e incluso diferentes usos o servicios ecosistémicos de provisión asociados a las plantaciones. Esa supuesta debilidad creo que se puede convertir en fortaleza, y voy a acompañar esta afirmación con algunos ejemplos en otros países. Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención sobre el conjunto de plantaciones existentes en España es su extraordinaria rigidez a la hora de adoptar diferentes selviculturas, turnos o incluso opciones que puedan resultar muy lejanas, como pueden ser los sistemas agroforestales. Esta circunstancia se manifiesta de forma indeleble en las plantaciones de eucalipto. Me llama mucho la atención como, a diferencia del caso español, en algunos países (p. ej., Uruguay) se intentan fomentar estas plantaciones en predios ganaderos para conseguir carne con una huella de carbono nula, mientras que en muchos otros se experimentan mezclas de cultivos y plantaciones en hileras con el fin de conseguir ciertos objetivos asociados con la agroforestería. Además, si se reivindica la necesidad de lograr un mix de productos diferente (no sólo madera para celulosa), decisiones como el turno óptimo y los tratamientos selvícolas cobran un papel primordial a la hora de modular el esfuerzo que se tiene que realizar para lograr el necesario objetivo de diversificación de estos sistemas forestales.
Por otro lado, otro de los aspectos más novedosos donde puede jugar un papel importante las plantaciones industriales (en este caso de eucalipto) es su papel en estrategias de restauración. En esta línea, me ha llamado mucho la atención un trabajo muy reciente de Brasil donde se justifica la plantación inicial de hileras de eucalipto en vez de plantas nativas más pioneras. Esta plantación tiene por objetivo conseguir un rendimiento económico que ayude a mitigar tanto un posible coste de oportunidad para la propiedad como los propios costes del tratamiento de restauración, así como permitir una menor competencia por parte del estrato herbáceo, una barrera para muchos tratamientos de restauración en zonas tropicales. En este caso los eucaliptos se utilizarán sólo en el primer turno (5-6 años) y después se eliminarán para dejar paso a que siga formándose una masa nativa. Cabe resaltar que estos intentos se hacen en zonas extraordinariamente biodiversas (la vegetación original es la mata atlántica) y donde se parte de más de 20-30 especies distintas por hectárea.
En definitiva, los ejemplos que he traído a colación muestran la gran potencialidad que presentan las plantaciones forestales para lograr un conjunto de productos finales más diversos y que puedan hacer frente a ese previsible aumento de la demanda. Por último, con lo arriba expuesto no se pretende que el lector concluya que los sistemas agroforestales puedan ser una alternativa válida en todas las ocasiones, ni que los estudios de restauración deban introducir un estadio inicial de plantaciones con eucalipto. Simplemente se ha tratado de poner ejemplos que puedan aplicarse en algunos casos, que pueden proporcionar ideas útiles para otros similares y, sobre todo, para continuar reivindicando el, cada día más necesario, papel de las plantaciones forestales.